En este hermoso país donde las rebajas empiezan como reloj el 2 de enero ¡bravo, hurra!, la celebración del año nuevo, conocida como Nochevieja, es bastante menos familiar que la Navidad (aquí llamada Nochebuena). Aunque se juntan con padres o suegros, la movida es en realidad el after, cuando la juventud se lanza en pos del antro de moda o de uno que alquilaron para el festejo, y cuya duración servidora calcula es, en estado no muy pedo, de más o menos unas 8 horas. Pagas cover, tienes barra libre y la música es, variando por horas, desde el punchis-punchis más “marchoso” –o séase insufrible- pasando por salsa, cumbia, merengue y esos otros ritmos surgidos últimamente que, con la pena, atacan a varios sentidos de servidora, incluido el del buen gusto.
Pero la costumbre, la antigua, real y trasvasada costumbre de empezar el año es tomándose las uvas mientras se mira la ceremonia por televisión. Las ofertas de los canales incluyen programas (es decir, galas con presentadores estrella) y una transmisión en directo desde el mismísimo kilómetro cero de Madrid, donde se ubica el reloj que con sus campanadas anunciará que ya pasaron 12 meses desde la última vez. A lo largo de los años, la televisión pública apuesta por sus caras más conocidas –programas del corazón y eso- y las privadas tratan de hacer lo mismo y más aún, incluyendo a folklóricas como Isabel Pantoja (súper de moda ¿ves? Aunque enfrenta juicio por fraude fiscal, varios millones de euros) en compañía de su hijazo de la vidaza, el Paquirrín, una perla de fealdad en bruto que vive del cuento y de su madre (más súper de moda ¿ves?). Total, que nadie se lo pierde.
Hace unos años, explicaban una y otra vez, una y otra vez durante la transmisión, que primero suenan los cuartos y luego las horas ¡muy pendientes, por favor! Por lo que recuerdo de mis primeras veces, terminabas tragando unas cuatro uvas (todas con semilla, aquí no se hallan de las otras) y pareciendo una grotesca parodia de Kiko con las mejillas infladas de todas las demás, que materialmente no te daba tiempo ni a hincar un diente. Ahora sé que desde hace unos años retrasaron tres segundos entre cada campanada, no sea que los atragantamientos tuvieran feas consecuencias también. Pero a pesar de eso, muchísimo personal se seguía equivocando, incluidos los honorables presentadores. En el año de gracia de 1989, la infeliz mujer que dirigió el espectáculo en televisión española se equivocó de cabo a rabo ¡y toda España se quedó con las uvas en la mano! –referencia segura: buscar en youtube. Algo así como si el día del Grito al presidente le salieran gallos al decir Morelos, o que pidiera un viva para su antecesor…
Y luego de la tradición, los jóvenes se largan y los no tanto se quedan, normalmente haciendo sobremesa… frente a la tele. Estos últimos años, además, les ha dado por presentar en forma de documental esos shows históricos desde que eran en blanco y negro. ¿Por qué les sorprende que no conozca a 6 de cada 10? Aquí lo verdaderamente alucinante es la cantidad de material que existe de programas musicales. Hasta que mi cerebro se declaró en huelga y decidí que era mejor mirarme por dentro, el desfile se compuso de pelucones y peinados de cubeta, hombreras gigantes, leggins y calentadores, canciones imposibles de tan estúpidas y en general verdaderas joyas… ¿dónde están esos recuerdos de la televisión de allá? ¿Existen o han existido como lo que yo vi anoche mientras empezaba 2012? A ver: Susy Quatro, Neil ¡San Neil!; los Pretenders, Robbie Williams, Donna Summer, Frank Sinatra; Guns ‘n Roses, UB40, Londonbeat, Blondie, N’Sync; Miriam Makeba; Fito Páez; Celine Dion –bueno, antes de Titanic.; the Jeff Healey Band, KD Lang, Alanis Morrissette y Avril Lavigne (ambas en vivo); Nelly Furtado, Bryan Adams y Shania Twain.
¿Más? Simple Plan, Nacha Guevara, Gilbert O’Sullivan, The Rubettes (la melcochosa ésa de “Sugar Baby Love”, puaj); Soft Cell; otro en vivo, Culture Club; Sigue Sigue Sputnik, ¡The Cure!; los Pet Shop Boys, Frankie goes to Hollywood; D’siree; Seal y Blur… Albert Hammond, Sister Sledge, Whitney Houston, Martika, REM y Scorpions. Mucho Boney M, los Milli Vanilli de a mentis, Nena y su único hit; y sí, varios mexicanos, mayormente con mariachi y sombrero, pasando por Los Panchos bien rucos, Pedrito Fernández, Vicente Fernández y claro, Luis Miguel, Thalía, Paulina, incluso Yuri y Paty Manterola… más Molotov, Paquita la del Barrio, Maná, Julieta Venegas y la Maldita Vecindad.
A saber lo que duró ese “documental”, y mis neuronas no dieron para grabarlo… así que habrá que esperar otros doce meses para ver si lo vuelven a pasar, igual o mejorado.
domingo, 1 de enero de 2012
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